Bay Carlos B Ñanco M

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La principal habilidad de un gerente general

SABER RODEARSE DE PERSONAS MÁS CAPACES QUE UNO EN ALGÚN SENTIDO


Dale Carnegie, es un reconocido estudioso y divulgador de las técnicas de ventas a nivel mundial ocupó activamente la segunda mitad del siglo XX. Su padre, Andrew Carnegie, un desconocido inmigrante que hizo su fortuna en el negocio del acero, llegó a ser conocido como “el rey del acero”. Su habilidad para hacer negocios consistió en saber rodearse de los mejores ejecutivos y asesores que, en algún sentido le aportaran las capacidades que el creía no tener. Su epitafio en su tumba dice: “Aquí yace un hombre, que supo rodearse de personas más capaces que él”…

Se dice que sabio, no es el que lo sabe todo, sino aquel que sabe lo que no sabe, es decir entiende más de sus limitaciones que de sus capacidades. Los gerentes generales exitosos, muestran esta inclinación en forma natural. Tienen claro lo que quieren lograr, son exigentes en sus desafíos y metas, lo que contrasta con las limitaciones que asoman al intentar ejecutarlas.

Ese ejercicio, les estimula la necesidad de formar equipos que les permitan llegar a las metas propuestas, para lo cuál utilizan el principio de Andrew Carnegie: rodearse de personas más capaces que ellos en el sentido que falta, para superar la limitación que perciben para llegar a sus objetivos.

Sin embargo, ese tipo de actuación no es fácil, porque en el ser humano existe el orgullo, el temor a las personas capaces y la soberbia de creer que solos pueden. Entre los empresarios que se han hecho desde abajo, esto abunda; y sacarlos de ese encastillamiento suele ser tarea titánica, pues generalmente son autócratas y omnipotentes que hacen sentir a su gente como inválidos sino fuera por su intervención. Este tipo de gerentes generales, sucumben en las crisis: o revientan ellos, o quiebran la empresa.

Hasta Dios se rodeó de colaboradores para llevar a cabo su obra evangelizadora en la tierra. No obstante, mientras las cosas van bien, nadie se acuerda de los obstáculos y de las carencias. Es en la crisis donde sobreviene la necesidad de contar con colaboradores capaces y leales. Y lo gerentes generales exitosos lo saben, pues no necesitan una crisis real y generalizada para reaccionar, sino que viven generándose pequeñas crisis para crecer: metas exigentes, ponen de manifiesto la necesidad de personas capaces.

Esto nos lleva a la conclusión de que lo importante no es lo que pase con el mercado en que está inserta la empresa, sino la capacidad organizacional para participar en forma cada vez más creciente de ese mercado. Y es ahí donde se manifiesta el valor de las personas con ciertas habilidades, que complementadas con las de otros, y dirigidas por una cabeza visionaria, sabia y de acción, logran salvar cualquier escollo.

Piense en esas personas capaces en algún sentido, que formarán el equipo que le ayudarán a sobrellevar esta crisis actual, permitiéndole a salvar los escollos y las olas más terribles, para sacar su empresa al ancho mar de las oportunidades y del crecimiento estable. Si alguno puede solo, es porque su empresa es unipersonal, y de cualquier modo, la gente inteligente sabe que los negocios fueron creados por el hombre, para el hombre y son del hombre, lo cuál pone de manifiesto el sentido social de los negocios, la calidad gregaria de quienes lo integran y la contínua lucha por desafíos cada vez mayores, independiente de lo calmo o turbulento del entorno de mercado. CÑM